Te releo, busco una excusa para quedarme a solas y te releo.
Salimos de la vida del otro desde la cúspide, por eso fue tan dura la caída.
Te releo, me deleito recordando tanta belleza, la que me escribías.
Vivimos un sueño, en las mil y una noches, esperando un futuro incierto que acabó llegando, pero no como lo esperábamos.
Soñábamos con un futuro juntos, inconscientes de que aquel presente era maravilloso a pesar de ser virtual.
Nos teníamos el uno al otro, unidos por un hilo invisible e indivisible, eterno y enorme, conscientes de tenernos, de sujetarnos, maquillando una realidad que no nos gustaba demasiado.
Te releo y disfruto como entonces y lloro, de placer y añoranza, porque sé que nunca más seré tu princesa...
Pero te releo
