Tiempos de magia

Pura magia la que se advertía
entonces.
Cuando yo era tu princesa y nada ni nadie podía separarnos.
Flores sobrevolaban constantes mi cabeza
Pétalos desgarrados con la lectura de tus versos.
Vientos que mecían los recuerdos
de un pasado sin historia
de momentos no vividos
que traían a la luz más belleza,
si cabe, después de tanta
y tanta calma,
tanta y tanta ausencia.
Ausencia que ensalzaba tu deseo,
mi deseo de tenerte cerca.
Se hacían cortos y largos los días
a un tiempo, nuestro desvarío lo relativizaba.
Tuvimos que caer para levantar el vuelo
de nuevo, porque hay que seguir,
resignarnos nunca.
Hay que seguir el camino, aún sin rumbo
Tú y yo, enredados,
en un futuro hacia quién sabe donde...